miércoles, 31 de diciembre de 2008


Qué pena no ser ave de paso, ni proa que acuchilla siete mares

domingo, 28 de diciembre de 2008

Bandadas de gorriones.





Como el principito hemos soñado huir de nuestro planeta, atando bandadas de pajaros a nuestras manos, en busca de otro lugar en el que empezar un nuevo viaje. Pero cuando la mentira se convierte en cotidiano y el miedo a soledad nos inmoviliza decidimos cortar las cuerdas que nos atan a aquellas bandadas, y entonces caemos sin remedio a nuestra rutina. A lo lejos divisamos otros paisajes, intuimos que la vida esta alli, que el hecho de estar vivo siempre exige algo, que quizas... Pero como tantas veces nos ponemos a salvo, arrastramos nuestra cadena de sueños y somos el fantasma de siempre, con una sonrisa de latex pegada con imperdibla al rostro. Solo por esta vez dime una verdad, que ya mentimos a diario. Ataremos bandadas de gorriones a nuestras muñecas.

Ismael Serrano

lunes, 22 de diciembre de 2008

Fiebre y lanza


No debería uno contar nunca nada, ni dar datos ni aportar historias ni hacer que la gente recuerde a seres que jamás han existido ni pisado la tierra o cruzado el mundo, o que sí pasaron pero estaban ya medio a salvo en el tuerto e inseguro olvido. Contar es casi siempre un regalo, incluso cuando lleva e inyecta veneno el cuento, también es un vínculo y otorgar confianza, y rara es la confianza que antes o después no se traiciona, raro el vínculo que no se enreda o anuda, y así acaba apretando y hay que tirar de navaja o filo para cortarlo.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Camino de Ítaca


Cuenta la Odisea que Ulises vagó durante 10 años por el Mediterráneo antes de regresar a su patria, tras otros 10 años luchando en Troya. Yo sólo llevo desde el 8 de Septiembre (El lunes se cumplieron 3 meses) fuera de España. el próximo miércoles día 17, regreso a Itaca durante un mes. No tengo ni idea de si cuando Ulises se reencontró con Penélope o con Telémaco algo había cambiado. No sé exactamente lo que me espera en Murcia, con casi todo seguridad no será una navidad distinta otra cualquiera, pero el shock cultural se dará cuando, tras 25 días entre enero y febrero en Dublin regrese definitivamente a la vida real. Comprarme un traje, buscar trabajo...parece el destino más probable. Pero ahora mismo me pregunto cual es mi verdadera patria, y si regresar o no a Itaca sea lo de menos.